domingo, octubre 15, 2006

Silencio Definitivo

El silencio lo cubrió todo en este día tan definitivo, la ausencia de palabras, el vacío de la ausencia, jugaron su papel más infame. Nada que decir ante nada más que hacer, o por lo menos ante la comodidad de mantenerse seguro en medio de la vacuidad. Anestesiados por el dolor y la inexistencia…

Tal vez no haya más por que luchar… tal vez no comprendimos o confundimos el significado de “luchar por lo que queremos”… y nos dedicamos a luchar uno en contra del otro. Y la ausencia de miradas, de besos y de versos acrecentó el fragor de la batalla. Nos llenamos de la nada y no vivimos nuestro momento de gloria. Lo lamento, por los caídos, por los desaparecidos, por el sentimiento y el dolor, y por aquello a lo que no le permitimos crecer para llenarnos de esperanza. Lo lamento por tu amor y por el mío. Lo lamento por las hojas caídas y los atardeceres grises que llenaron nuestro vacío de desolación.

Será que la vida nos cobro tanta felicidad que nos llegó de golpe… ahora debemos pagar la deuda. Pero agradezco por ese rayo de sol que calidamente trajiste a mi orilla y por entregarme tus dones… Ojala la lucha cesara y al evaluar la situación comprendiéramos que es momento de reconstruir y de vivir en paz. Nada es en vano…

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